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Nanofractura vs microfractura

La nanofractura y microfractura son técnicas quirúrgicas utilizadas para tratar lesiones del cartílago articular, especialmente en la rodilla. Estas técnicas buscan estimular la regeneración del cartílago dañado a través de la creación controlada de pequeñas fracturas en el hueso subcondral. La principal diferencia radica en el tamaño de las fracturas creadas: Microfractura: utiliza un instrumento punzante para crear múltiples perforaciones de 0.5-1.2 mm de diámetro en el hueso subcondral, separadas entre sí por 2-4 mm. Nanofractura: emplea un instrumento especial llamado PleuriStik™ de 1 mm de diámetro para crear fracturas más pequeñas y numerosas, alterando una menor superficie ósea en comparación a la microfractura. Ambas técnicas buscan permitir que las células madre de la médula ósea migren hacia la superficie articular, formando un coágulo que se transforma en un cartílago fibroso de reparación. La nanofractura ofrece la ventaja de alterar menos superficie ósea, potencialmente acelerando la recuperación. Tras la cirugía, se requiere un período de descarga y rehabilitación para optimizar los resultados. Aunque no restauran un cartílago hialino normal, estas técnicas pueden aliviar el dolor y mejorar la función articular a corto y mediano plazo en lesiones condrales localizadas.