El Patrón. El placer del buen servicio. скачать в хорошем качестве

El Patrón. El placer del buen servicio.

La sumisión no siempre incluye cadenas o ataduras, cuartos oscuros o calabozos; a veces, una actitud netamente servicial, a disposición completa de otra persona, es una forma de sometimiento. Al protagonista del episodio de hoy le fascina ver a una mujer con traje de mucama realizar las laborales domésticas. Verla barrer, cocinar o limpiar la casa, es un estímulo demasiado fuerte, capaz de tomarla en sus brazos y hacerla suya, una y otra vez, sin importar la habitación en la que se encuentren. Cabe mencionar que la mujer no siempre debe estar vestida de mucama; un vestido satinado o uno con diseño asiático de cuello alto y mangas cortas, puede ser la alternativa idónea para la ocasión. El punto es que la mujer debe estar vestida acorde a la ocasión y satisfacer todas sus necesidades. Debe atenderlo y cuidar de él; además de realizar las labores del hogar siempre bajo su supervisión visual y sensorial. No es que quiera tenerla como una empleada, para nada. Mientras están en la intimidad, él quiere que ella desempeñe su rol con la mayor precisión y dedicación posible, he ahí la razón del vestuario y las actividades dentro del hogar. Mientras más convincente sea su ejecución, más excitante será la experiencia. A veces basta verla cortar unas verduras, preparar una sopa u hornear un pastel. No importa su sazón o lo bien o mal que haya quedado el platillo, lo vital es verla haciendo cada actividad de forma real, evitando, a toda costa, fingir. Si no sabe cocinar, por ejemplo, no debe hacerlo, o por el contrario, si es de su interés, aprender a hacerlo con la finalidad de complacer los deseos e impulsos de su pareja. Nada es obligatorio, sin embargo, la predisposición para llevarlo a cabo o aprender se vuelve en un factor determinante al momento de la fantasía. La tela de los trajes debe ser satinada o algo similar. Debe brillar y darle comodidad, al mismo tiempo que reflejar sensualidad. Ha intentado con vestidos hechos de cuero o látex, aunque ha notado que a ella le cuesta tener libertad en el movimiento, razón por la cual prefiere el satín.