Mi esposo LLORABA por teléfono pidiendo dinero... pero VIVÍA CON OTRA скачать в хорошем качестве

Mi esposo LLORABA por teléfono pidiendo dinero... pero VIVÍA CON OTRA

#inmigranteslatinos #euaimigrantes #testimoniosimpactantes Me llamo Ana Mendoza, tengo cuarenta y cinco años y soy de Puebla. Hace ocho años dejé a mi esposo Roberto y a mis tres hijos para cruzar la frontera hacia Estados Unidos, pensando que era solo temporal, que pronto estaríamos todos juntos otra vez con una vida mejor. Pero la distancia nos destruyó. Mientras yo trabajaba dieciséis horas al día limpiando hoteles en Houston, mandando mil dólares cada dos semanas, Roberto encontró consuelo en otra mujer. Las promesas de reunirnos se convirtieron en excusas interminables, las llamadas amorosas se volvieron frías y mecánicas, y poco a poco me di cuenta de algo aterrador: ya no amaba al hombre con quien había estado casada durante veintidós años. Cuando finalmente nos confesamos la verdad, ambos con nuevas parejas, me divorcié y me casé con Ernesto, un hombre bueno que me ayudó a arreglar mis papeles. Hoy puedo visitar a mis hijos, pero mi hija Sofía me hizo la pregunta que me quita el sueño: "Mamá, ¿valió la pena destruir nuestra familia?" Todavía no sé la respuesta, pero sé que vine a Estados Unidos tratando de salvar a mi familia y terminé perdiéndola de una forma que nunca imaginé.