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María Angata Veri Tahi ‘a Pengo Hare Koho nació aproximadamente en el año 1853 y falleció el 31 de diciembre de 1914, por lo que tenía cerca de 61 años al momento de su muerte. Dado que no existe un registro exacto de su fecha de nacimiento, se considera su edad aproximada en base a los relatos orales y algunos documentos históricos de la época. A fines del siglo XIX, Rapa Nui vivía una de sus mayores tragedias. La llegada de esclavistas peruanos provocó el secuestro de cientos de personas, forzadas a trabajar en guaneras en condiciones inhumanas. Solo 15 de los más de 1.400 que salieron por la fuerza lograron regresar, trayendo consigo enfermedades como la viruela, que aniquiló gran parte de la población. Para 1877, la isla contaba apenas con 111 habitantes. Más tarde, la CEDIP (Compañía Explotadora de Isla de Pascua) transformó Rapa Nui en una gran hacienda cerrada. Se confinó a la población en Hanga Roa, se impusieron cercos, y los isleños fueron víctimas de abusos sistemáticos: violencia, violaciones y represión. En medio de este escenario oscuro, emergió María Angata Veri Tahi ‘a Pengo Hare Koho, una mujer sabia, visionaria y profundamente espiritual. Nacida en Rapa Nui y formada como catequista por misioneros católicos, Angata combinó su fe con la sabiduría ancestral. Comenzó a predicar sobre justicia, dignidad y libertad, despertando una conciencia colectiva en su pueblo. En 1914 lideró la rebelión de Angata, una insurrección pacífica contra la opresión de la CEDIP. Su mensaje fue claro: “Rapa Nui no es esclava de nadie”. Guiada por sueños proféticos y el respeto del pueblo, reunió a los clanes y exigió el fin de los abusos. Aunque la rebelión fue reprimida, su liderazgo dejó una huella imborrable. Angata no fue solo una líder espiritual, fue un símbolo de resistencia y esperanza en uno de los momentos más oscuros de la historia Rapa Nui.