La boda de Carlos Pellas Jr. con Miss Mundo Nicaragua 2022 скачать в хорошем качестве

La boda de Carlos Pellas Jr. con Miss Mundo Nicaragua 2022

Para vos, Carlos Mejía Godoy De parte de Lenin Salablanca Querido Carlos: Desde niño, tu música fue mi primer catecismo de identidad. No aprendí primero el himno nacional ni los discursos de la patria oficial. Aprendí a querer a Nicaragua escuchando tu voz. Y no hablo solo de la música revolucionaria que encendió esperanzas en los años difíciles. Hablo también de esas canciones que son como retratos del alma de nuestro pueblo: la vieja que vende fritanga en la esquina, el cipote que juega en el charco, la Tula que se baña en el río mientras está chismiando ,el Cristo campesino que no habita en catedrales, sino en los caminos polvorientos de los pobres. Vos nos diste una patria sonora, una geografía emocional. Nos enseñaste que ser nicaragüense no es solo nacer en este suelo, sino entender el sufrimiento y la alegría del pueblo como propios. Sé que tu voz inspiró a muchos a levantar el fusil, porque cuando uno cree, lucha. Y vos creíste. Pero no impusiste el odio ni el ego. Tu trinchera fue la canción. Tu fusil fue la guitarra. Tu revolución fue con fe, no con fanatismo. Y aunque algunos te señalen hoy, como si la historia fuera lineal o perfecta, yo quiero decirlo sin temor: te comprendo, te respeto y te admiro  Porque los verdaderos revolucionarios no son los que nunca se equivocan, sino los que saben cuándo cambiar de trinchera sin traicionarse el corazón. Los que, después del desencanto, siguen apostando por la justicia, pero con alma y con dignidad, no con odio ni con ambición. Vos no te pasaste al otro lado. Vos te quedaste del lado del pueblo, aunque eso signifique andar solo a veces, o recibir el desprecio de quienes confunden la lealtad con la sumisión.( admitiendo que hasta yo te señale un día al no comprender) Carlos, esta carta es más que un homenaje. Es un acto de reciprocidad. Porque un día tu voz se dirigió a mí, no para adular, sino para reconocer. Me dijiste que yo no era político, sino pueblo. Y ahora soy yo quien te devuelve esas palabras, multiplicadas por el tiempo y por la gratitud. Porque en un país donde tantos se venden, vos seguiste cantando. En un país donde tantos callan, vos seguiste denunciando. En un país donde tantos matan, vos seguiste dando vida con tus canciones. Yo no quiero que te vayas de este mundo  ni yo irme sin que esto quede dicho con claridad: gracias por tu música, por tu conciencia, por tu valentía, por no renunciar a tu voz cuando más se necesitaba. Gracias por ser un faro en la tormenta, un canto en el silencio, un testimonio de que se puede luchar sin perder la ternura ni el arte. Vos no sos solo el cantor de una revolución, sos el cantor de una nación. Una que todavía está pariendo su libertad verdadera. Y si alguna vez yo soy recordado, quiero que sea como dijiste: no como político, sino como un hombre del pueblo luchador, que aprendió a cantar su verdad escuchándote a vos. Con todo el respeto y el cariño de quien camina, tropieza, pero no se rinde, Lenin Salablanca Un hombre con el alma limpia y franca.