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Arlette Contreras, una abogada de 25 años y defensora de derechos de las mujeres de Ayacucho, Perú, sufrió una brutal agresión por parte de su pareja Adriano Pozo Arias en el Hotel Las Terrazas la noche del 12 de julio de 2015, donde las cámaras de seguridad capturaron cómo él la arrastró por los cabellos, la golpeó y la pateó en el lobby del hotel, causándole lesiones permanentes en la pierna que la obligaron a usar bastón durante meses. A pesar de las evidencias irrefutables en video, el Tribunal de Ayacucho dictó en julio de 2016 una sentencia vergonzosa que condenó a Pozo a solo un año de prisión suspendida por "lesiones leves", lo que provocó indignación masiva y llevó a Arlette a escribir un mensaje viral en Facebook que rompió el silencio sobre la violencia de género en el país, generando una ola de testimonios de mujeres víctimas. Su historia se convirtió en el catalizador del movimiento "Ni Una Menos" en Perú, culminando en una marcha histórica el 13 de agosto de 2016 donde más de 100,000 personas llenaron las calles de Lima para exigir justicia, mientras Arlette se transformaba de víctima en líder nacional del activismo feminista, siendo reconocida internacionalmente por la revista Time como una de las personas más influyentes del mundo. Finalmente, el 8 de julio de 2019, después de años de lucha legal y presión social, la justicia peruana dictó la sentencia correcta: Adriano Pozo fue condenado a 11 años de prisión efectiva por tentativa de feminicidio, mientras Arlette había establecido la "Fundación Arlette Contreras" que proporcionó asistencia legal a más de mil mujeres, impulsó reformas legislativas que endurecieron las penas por violencia de género, y expandió su modelo de atención a víctimas a otros países de América Latina, demostrando cómo el dolor personal puede transformarse en una fuerza imparable para el cambio social y la justicia.