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Tratamientos para la fractura de polea y tenosinovitis

La fractura en polea y la tenosinovitis son lesiones muy comunes, especialmente en el mundo de la escalada. ¿𝐐𝐮é 𝐬𝐨𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐥𝐞𝐚𝐬? Son estructuras anatómicas situadas en la cara anterior de las manos, se dividen en poleas anulares y poleas cruciformes. Permiten que el tendón mantenga su estructura y posición normal, es decir, aporta sujeción dentro de su propio canal. De esta forma, a la hora de realizar cualquier movimiento o ejercer fuerza sobre el tendón, se pueda realizar la flexión total del dedo. 𝐋𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐥𝐞𝐚𝐬 En caso de lesión, la polea pierde su capacidad de recorrido, es decir, en vez de la flexión total del dedo, se produciría una semiflexión. Una fractura de polea no siempre produce dolor. Pueden darse dos casos: en primer lugar la generación de una cicatriz, que provoque un engrosamiento en la zona articular, lo que genera más fuerza en el dedo. De forma contraria, esta cicatriz puede producir dolor e inflamación, y pérdida de fuerza en el dedo. 𝐂𝐚𝐮𝐬𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐥𝐞𝐬𝐢ó𝐧 Habitualmente se produce por mecanismos repetitivos, es decir, repetición de movimientos en la misma posición durante períodos de tiempo prolongados. En otros casos, la lesión se produce por sobrecarga de uso, es decir, ejercicios repetidos durante un tiempo menor. En la práctica de la escalada, un agarre en arqueo repetitivo en el que se produce el bloqueo de la articulación puede ser la causa de la lesión. Por último, ejercer una carga mayor de la que el tendón puede soportar puede ser otra de las causas de la lesión. ¿𝐐𝐮é 𝐞𝐬 𝐥𝐚 𝐭𝐞𝐧𝐨𝐬𝐢𝐧𝐨𝐯𝐢𝐭𝐢𝐬? Es un cuadro de dolor e inflamación de los tendones flexores de la mano, el más común es el dedo en resorte. Habitualmente, esta lesión produce un leve chasquido y una inflamación de la zona articular. El síntoma más común, es un bloqueo articular, es decir, provoca la imposibilidad de doblar el dedo de forma completa. Esta lesión puede diagnosticarse mediante una ecografía o una resonancia magnética. 𝐓𝐫𝐚𝐭𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐦á𝐬 𝐚𝐝𝐞𝐜𝐮𝐚𝐝𝐨𝐬 El tratamiento mediante cirugía es una de las opciones, sin embargo, es recomendable cuando existe fractura en más de una polea. En los casos en los que la lesión solo se localiza en una polea, no sería necesaria una cirugía, ya que la fuerza queda repartida en el resto de poleas. El tratamiento principal, pasa por una rehabilitación completa basado en un fortalecimiento de la articulación. La diatermia es una buena opción para ayudar a la reabsorción del líquido que provoca la inflamación. Como parte final del tratamiento, ejercicios específicos, que contribuyan a mejorar la movilidad y el fortalecimiento de la articulación.