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🚙 EP109 – CUCUNUBÁ, CUNDINAMARCA | viajandoencarro A veces, los mejores lugares no aparecen en las guías ni en los listados de moda. Son esos pueblos que viven al margen del ruido, escondidos entre montañas, donde el tiempo parece haberse detenido. Uno de ellos es Cucunubá, un tesoro del altiplano cundiboyacense que descubrimos sin prisa, dejándonos llevar por la intuición del camino. 🏞️ La ruta hacia lo inesperado Nuestro recorrido comenzó en Guachetá y Lenguazaque, dos pueblos marcados por el trabajo minero y el olor del carbón. Allí comprendimos que no todos los caminos son postales perfectas: algunos revelan la fuerza de la gente que resiste y mantiene viva la historia del país. Porque viajar no siempre significa admirar lo hermoso, sino comprender lo auténtico. Y entonces, como una escena que cambia de luz, el paisaje se transformó. Las montañas se abrieron y apareció Cucunubá, con sus calles empedradas, sus fachadas blancas con detalles verdes y esa calma que abraza el alma. 🏡 Un pueblo detenido en el tiempo Caminar por Cucunubá es volver a una época en la que las puertas se dejaban abiertas y el saludo era parte del paisaje. El sonido de las campanas, el aroma a pan recién hecho y el silencio entre los tejados crean una atmósfera mágica. Aquí, la vida transcurre sin prisa… como si cada día se tejiera con hilo de lana y memoria. 🧶 La tradición que se hila con alma En los talleres del pueblo, hombres y mujeres mantienen viva una herencia ancestral: el tejido en lana. Entre telares de madera y manos pacientes, nacen ruanas, bufandas y cobijas que reflejan los colores del paisaje —los verdes de las montañas, los ocres de la tierra y los grises del cielo andino. En Cucunubá, la lana no es solo un oficio: es identidad, historia y arte. ☕ Gente buena, historias cálidas Decidimos quedarnos y encontramos un pequeño hotel cerca de la plaza, donde conocimos a Marce, una mujer encantadora que nos recibió con café y sonrisas. Lo que iba a ser una parada de dos noches se convirtió en una semana. Porque Cucunubá tiene eso que no se explica: una hospitalidad que se siente en cada gesto, en cada palabra. 🌙 El encanto nocturno Cuando cae la noche, el pueblo brilla distinto. Las luces de los faroles y el aire frío de montaña le dan un toque romántico. Caminar por sus calles empedradas bajo la brisa es como recorrer un sueño: uno donde el silencio también tiene voz. 🏛️ El valor de quienes aman su tierra En Cucunubá fuimos recibidos por el equipo de la Secretaría de Turismo, que no solo nos brindó apoyo, sino que nos acompañó a descubrir los tesoros escondidos del valle. Su cariño y compromiso nos recordaron que detrás de cada destino hay personas que creen, cuidan y comparten su patrimonio. ⛏️ De la mina al mirador Con Ramiro, conocimos la historia minera del pueblo y los esfuerzos por transformar ese pasado en turismo sostenible. Visitamos una antigua mina de carbón, ahora convertida en atractivo cultural, y ascendimos en La Parcerita hasta el mirador de la Capilla de Lourdes, desde donde Cucunubá se revela envuelta en luz dorada. Un momento perfecto para guardar silencio y agradecer por el viaje. 🙏 Fe y devoción que perduran Al caer la noche, el pueblo entero se reunió para rezar la novena al Divino Salvador. El eco de las oraciones, las velas encendidas y el aroma del incienso llenaron el aire de espiritualidad. Cucunubá es más que un lugar: es un alma viva, un espacio donde la fe y la tradición siguen uniendo a su gente. 🌿 Santuario natural: Juaítoque En las montañas, junto a nuestros guías nativos y el equipo de turismo, caminamos por el Parque Juaítoque, un bosque alto andino cubierto de niebla y aves. Cada paso fue una conexión profunda con la tierra. Entendimos que proteger estos lugares no es tarea de unos pocos, sino una responsabilidad compartida. Porque cuidar la naturaleza es cuidar la vida misma. 💧 La laguna de Cucunubá y la despedida Antes de partir, recorrimos la laguna que lleva su nombre. Un espejo de agua que refleja el cielo, los cerros y la paz de este valle andino. Nos despedimos con gratitud, convencidos de que este es el pueblo más hermoso de Cundinamarca de cuantos hemos recorrido. Gracias por acompañarnos hasta el final de esta ruta. Si te gustó el episodio, suscríbete, compártelo y déjanos un like. Así sabremos que todo este trabajo ha valido la pena. Nos vemos en ruta el próximo domingo. ¡Chao, chao! 👋💚