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En este video encontrarás una bella oración dedicada a los progenitores difuntos, una plegaria profunda que nace del amor, la gratitud y la esperanza. 🙏✨ Es un momento para detenerse, recordar con ternura a mamá y papá, y poner sus almas en las manos de Dios, pidiendo por su descanso eterno y la luz que nunca se apaga. Esta oración busca consolar el corazón, fortalecer la fe y mantener viva la presencia espiritual de quienes nos dieron la vida. Puedes escucharla en silencio, repetirla desde el alma o compartirla con alguien que también extrañe a sus seres queridos. 🌹 💫 Que la paz de Dios abrace a tus progenitores y a ti te llene de serenidad. Si esta oración tocó tu corazón, deja un comentario, comparte el video y suscríbete para más momentos de fe y reflexión. #oración #fe #mamáypapá #descansoeterno #oracionesparadifuntos #amorEterno #luzyEsperanza Señor, Dios de amor y de vida, hoy detengo mi paso y mi pensamiento para hablarte desde lo más profundo de mi ser. En este silencio que me abraza, te ofrezco mi gratitud, mi nostalgia y mi confianza. Tú eres el origen y el destino de todo cuanto existe. Tú diste aliento a quienes me trajeron a este mundo, y ahora los has llamado a la eternidad. Por eso, vengo ante Ti para encomendarte a mi mamá y a mi papá, las primeras personas que me mostraron tu ternura y tu bondad. Gracias, Señor, por sus vidas, por el hogar que construyeron con esfuerzo y cariño, por la seguridad y la paz que me brindaron. En sus manos conocí el consuelo, en sus voces escuché esperanza, y en sus miradas descubrí el reflejo de tu amor. Fueron mis primeros maestros en el bien, mis guías en los pasos inciertos, quienes me enseñaron a orar, a confiar y a levantarme después de caer. Tú conoces sus corazones mejor que nadie. Sabes de sus luchas, de sus sueños y de sus silenciosos sacrificios. Ellos amaron a su manera, imperfecta y sincera, y su entrega fue testimonio de fe y de bondad. Te pido, Señor, que les recompenses todo lo que hicieron por mí, lo que ofrecieron sin esperar nada a cambio, lo que dieron incluso cuando el cansancio pesaba sobre sus hombros. Si algo en sus vidas necesita purificación, rodéalos con tu misericordia infinita. Perdona toda fragilidad humana, todo error o falta cometida. Acógelos en tus brazos, esos que nunca rechazan a quien confía en Ti. Que tu perdón los envuelva como una brisa suave y tu luz disipe toda sombra que aún los acompañe. Señor, los extraño con un anhelo que no se apaga. Echo de menos sus palabras, sus gestos sencillos, sus risas compartidas. A veces deseo poder sentarme otra vez a su lado, tomar sus manos y decirles lo que tantas veces callé: “Gracias por tanto. Los amo.” Pero sé que su camino en esta tierra ha concluido y que ahora viven en tu casa, donde no existe el dolor, ni el miedo, ni la fatiga. Creo, Señor, que ellos ya reposan en tu presencia, iluminados por tu eterna claridad. Si lo permites, haz que su presencia espiritual me acompañe. Que el recuerdo de su ejemplo me inspire cuando la vida se torna difícil. Que sus enseñanzas me impulsen a elegir el bien, incluso cuando nadie me observa. Haz, Dios mío, que la memoria de su amor siga viva en mí, no como tristeza que oprime, sino como fuerza que guía. Que pueda vivir como ellos me enseñaron: con respeto, compasión y fe. Concédeme sabiduría para continuar su legado, para que el bien que brotó de sus vidas no se extinga con su partida, sino que siga dando fruto en mis palabras y acciones. Tú, Señor, tienes en tus manos el tiempo y la eternidad. Que la alegría de tu Reino sea su descanso sin fin. Que tu luz perpetua los envuelva y que la paz que les regalas sea perfecta, sin sombra ni pérdida. Si es posible, permite que sepan que los recuerdo y los amo, que cada día los llevo en mi corazón. En mis momentos de duda, me refugio en lo que me enseñaron: la fe, la esperanza y la confianza en Ti. Fortaléceme, Señor, para aceptar esta separación con serenidad. Dame la certeza de que esta ausencia es sólo temporal, y que un día, en tu presencia, volveré a encontrarme con ellos. Enséñame a confiar en tus planes, incluso cuando no entiendo los porqués. Dame un corazón agradecido por el don de mis progenitores y humilde ante tu voluntad. Tú, Jesús, que lloraste ante la tumba de tu amigo, conoces mi tristeza y mi añoranza. En tus manos pongo todo lo que siento: los recuerdos que me alimentan y las lágrimas que a veces escapan sin aviso. Recíbelos, Señor, como una ofrenda de amor que no muere. Dales el descanso eterno y que tu luz sin fin brille sobre ellos. Que descansen en tu paz y en tu amor infinito. Amén.