У нас вы можете посмотреть бесплатно Me Dijo que Estaba MINTIENDO Sobre mi Embarazo pero Cuando Vió a su Hijo se Quedó sin PALABRAS или скачать в максимальном доступном качестве, видео которое было загружено на ютуб. Для загрузки выберите вариант из формы ниже:
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Él dijo que mentía sobre el embarazo. No discutí. No supliqué. Simplemente me di la vuelta y me fui, llevando en silencio al hijo que él acababa de negar. Estaba allí, frente a sus amigos, riéndose como si todo fuera una broma vieja. Está fingiendo —dijo—. Táctica clásica de trampa. No dije una sola palabra. Solo lo miré, al hombre con el que alguna vez imaginé envejecer. Y luego… me alejé. Una mano sobre el estómago. Esa fue la última vez que me vio. Hasta que vio a nuestro hijo. Aquel día comenzó como cualquier otro. Me levanté temprano, aún con las náuseas de la mañana que me habían acompañado durante la última semana. No estaba asustada. Estaba… tranquila. Como si mi cuerpo ya supiera la verdad. Fui a la clínica solo para confirmarlo. Los resultados no me sorprendieron. Estaba embarazada. Temblaban mis dedos, sí… pero no de miedo. Ni de arrepentimiento. Era una felicidad suave, extraña, naciendo en medio de semanas grises. No planeaba decírselo aún. Quería encontrar el momento justo. Tal vez durante la cena. Tal vez cuando estuviéramos solos. Pero cuando llegué a su apartamento, la puerta estaba abierta. Las risas estallaban en el pasillo. Sus amigos. Voces altas. Chistes sucios. Entré justo a tiempo para escuchar mi nombre seguido de carcajadas. —La chica que grita “lobo” —dijo uno. Apuesto que ahora saldrá con lo del bebé —añadió otro. Y entonces lo escuché. Su voz. La frase que se me grabó en el pecho como ácido: —Ya lo hizo. Dice que está embarazada. Está mintiendo. Solo quiere atraparme. No entré. No me defendí. No interrumpí. Solo me quedé quieta, en la sombra del umbral, mientras la alegría que había sentido esa mañana… se extinguía en un segundo. Cuando me vio, la sonrisa se desdibujó. Pero no se movió. No dijo nada. No fingió ni vergüenza. Ni arrepentimiento. Sus ojos se cruzaron con los míos. Vacíos. No de confusión. Solo de indiferencia. Saqué el resultado del bolso. El informe. La prueba. Se la ofrecí. Sin una palabra. La tomó, la apretó en su puño y la arrojó al bote de basura. Algo dentro de mí se rompió.